" Yo siento que los hombres somos más románticos que las mujeres. Cuando nos casamos, desposamos a una chica. Porque nos resistimos siempre, hasta que conocemos a cierta persona y pensamos: sería un tonto si no me casara con esta chica, es genial. Pero al parecer a ellas les llega el momento en que escogen la mejor opción o algo así.Sé que las que se casan piensan: tiene buen trabajo. Se pasan la vida buscando al príncipe azul, y luego... acaban casadas con el tipo que tiene un buen trabajo y que no va a abandonarlas. "
No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca no te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo
pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas entonces no te quedes conmigo.
salvapantallas
linda linda, cuanta certeza ...
Y ahora tú, mi amor, pequeña gran superpotencia despiértame y dime que las cosas van a marchar bien. Que sembrarás de flores toda la ciudad. Que me harás temblar.
primor
(se que estás ahí)
I S M A E L
y yo
BITLAS
quisiera apretarle la mano
con que escribe.
nachi to
Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.
U S T E D
En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por... -Llave, por llave -me dice Mario Benedetti. Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.
Hola, vengo a contar que esa película me gusta y la escena del ukelele es genial XD
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