Cruza el cuarto al galope el viento del frenesí que nos despeina a los dos. Mi boca empieza una frase que no elegí, pero se queda sin voz. Brilla una lengua de fuego en la oscuridad, se abren las puertas del cielo de par en par
de par en par
de par en par
de par en par
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de par en par
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