sábado, 28 de noviembre de 2009


G
R
A
C
I
A
S

POR EL FUEGO.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Quien no se hace el vivo, va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me importa, el qué le vas a hacer, el no te metás, el sálvese quien pueda. Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale.
En el río de la Plata, llamamos bobo al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos bobo por lo mucho que trabaja.

martes, 24 de noviembre de 2009

viernes, 20 de noviembre de 2009

La teoría de ella, la gran teoría de su vida, la que la mantiene en vigor es que la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos es otra cosa) y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar.

jueves, 19 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

Te quieerooo muucho lalalalalalaá Te necesiitooo lalalalalalaá
felices sean tus diecinueve sofidos, feliz sea nuestro año malimanense

martes, 10 de noviembre de 2009

no
te asustes
de la
noche...

sábado, 7 de noviembre de 2009

"Son tantas despedidas llenas de promesas vanas" me dice Ismael. No discrepo, únicamente porque estas tantas no incluye a todas. Las excepciones se presentan, no muy a menudo, pero lo hacen.
Hoy es 28 de Julio y poco importa, no hay fecha festiva posible, sin embargo con Enriqueti y Madariaga nos pusimos a hablar sobre MaliHuaco y no sé, algo se encendió en las tres, en mí.
Siento que nuestra despedida fue la excepción, porque no hubieron promesas vanas. Nosotras volvemos a diario, mensualmente, quincenalmente, pero volvemos, siempre. Y esta noche ocurrió. Hubo reconciliación con San Juan, con la distancia y con el tiempo.
Es tan maravilloso recordar estos momentos, revivirlos, rehacerlos en la mente y en el corazón. MaliHuaco era una caja de sorpresas, a las que recibimos con los brazos abiertos y sin dudar.
Siento que en esto sentimos igual ¿Quién puede ocultar el lagrimeo inoportuno que nace del corazón y se pone en evidencia en los ojos, en la mirada, en la voz, a la hora de evocar MaliHuaco? Aquello fue algo tan espléndido que el sólo hecho de pensarlo, de tenerlo tan solo un momento en la memoria, sirve para renovar la suerte, para creer en otra realidad posible y hasta en otros delirios.
Enriqueti y Madariaga son mis mejores compañeras, mis hermanas, claro, pero yo las elijo como compañeras. Me doy el gusto.
Por primera vez las veo, las contemplo, veo sus ojos a través de los cristales y veo sus almas sinceras que proclaman de algún modo mi confidencia. Por primera vez me doy cuenta que con ellas puedo ser mucho, y que sin ellas no seré nada; porque claro, ya fui y soy gracias a su presencia, a su cercanía.
Somos un alma dividida en tres. Cada una a su manera saber formar a la otra, es por eso que nuestras diferencias se parecen. Es por eso que las tres deseamos el mismo cielo.
Malimán y Huaco siempre van a estar cerca si surgen charlas como la de recién. Si somos capaces de armar con simples palabras momentos tan relevantes, lugares tan verdaderos.
MENOS MAL QUE LA MENTE VIAJA SIN BOLETO.


(esto lo escribí hace unos meses. hoy, 7·11·09, también lo siento así, y más
)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Quien esté libre de culpas que tire la primera piedra, pero que no tire a dar.

martes, 3 de noviembre de 2009

nicoVattu

Una vez en La Paz, en un muro, leí una pintada que decía: "Esta ciudad tiene más radiotaxis que sentimientos" Y, ocurre, ocurre también en esta ciudad. Todas las grandes ciudades a veces parecen tener más radiotaxis que sentimientos; lo que pasa es que uno inevitablemente se enamora de la ciudad que habita, sobre todo porque uno encuentra en ella habitantes que la reconcilian con el mundo. Un ejemplo claro es esta persona, yo lo conocí en esta ciudad, hace mucho, mucho tiempo, y desde entonces, desde antes era un referente, pero desde entonces es como un hermano...

Te quiero taanto, que todo mi amor ni siquiera puede ser medido con el número de avogadro.

domingo, 1 de noviembre de 2009