sábado, 31 de diciembre de 2011

aguante este año que te conocí

mi bomboncito

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Montevideo y Soriano

hay algo que sigue vivo
nos renueva la ilusión
y en el último suspiro
ay celeste, regalame un sol
regalame
un
sol

sábado, 24 de diciembre de 2011

por Julio

Bruscamente siente gran deseo de ver a su tío y se apresura por callejuelas retorcidas y empinadas, que parecen esforzarse por alejarlo de la vieja casa solariega. Después de largo andar (pero es como si tuviera los zapatos pegados al suelo) ve el portal y oye vagamente ladrar un perro, si eso es un perro. En el momento de subir los cuatro gastados peldaños, y cuando alarga la mano hacia el llamador, que es otra mano que aprieta una esfera de bronce, los dedos del llamador se mueven, primero el meñique y poco a poco los otros, que van soltando interminablemente la bola de bronce. La bola cae como si fuera de plumas, rebota sin ruido en el umbral y le salta hasta el pecho, pero ahora es una gorda araña negra. La rechaza con un manotón desesperado, y en ese instante se abre la puerta: el tío está de pie, sonriendo detrás de la puerta cerrada. Cambian algunas frases que parecen preparadas, un ajedrez elástico. «Ahora yo tengo que contestar...» «Ahora él va a decir...» Y todo ocurre exactamente así. Ya están en una habitación brillantemente iluminada; el tío saca cigarros envueltos en papel plateado y le ofrece uno. Largo rato busca los fósforos, pero en toda la casa no hay fósforos ni fuego de ninguna especie; no pueden encender los cigarros, el tío parece ansioso de que la visita termine, y por fin hay una confusa despedida en un pasillo lleno de cajones a medio abrir y donde apenas queda lugar para moverse. Al salir de la casa sabe que no debe mirar hacia atrás,

porque...

No sabe más que eso, pero lo sabe, y se retira rápidamente, con los ojos fijos en el fondo de la calle. Poco a poco se va sintiendo más aliviado. Cuando llega a su casa está tan rendido que se acuesta en seguida, casi sin desvestirse. Entonces sueña que está en el «Tigre» y que pasa todo el día remando con su novia y comiendo chorizos en el recreo Nuevo Toro.

martes, 20 de diciembre de 2011

¿con salida al mar?

Mi esquina predilecta ya no lo es: Humaitá y Agustín Álvarez.
Siempre doblaba por la derecha, siempre por ahí. Hay pasto, mucho pasto. Y hasta hace un tiempo, del pasto florecían, se lucían y ofrecían, un centenar de leoncitos. Eran muchos y pequeños, los dientes de león, cuántos. Pasar a su lado y contemplarlos, tomarlos sólo cuando la situación lo ameritaba; o el deseo, o los tres.
Es que ahora hay pasto, poco pasto. Corto pasto.
Un asesino los aniquiló.
Llegué una mañana y ya no había nada.
No había más. No estaban. Qué pena. Y nació una nueva duda: ¿qué hago con mis deseos? sin poder soplar, suspiré.
Ahora doblo por la izquierda. Camino derechito por Bolivia.

sábado, 17 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

- amor, ¿por qué lloras? ¿qué es lo que te pasa?
- será que soy feliz...

domingo, 11 de diciembre de 2011

Words are flying out like
endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Images of broken light which
dance before me like a million eyes
That call me on and on across the universe
Thoughts meander like a
restless wind inside a letter box
they tumble blindly as
they make their way across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Sounds of laughter shades of life
are ringing through my open ears
exciting and inviting me
Limitless undying love which
shines around me like a million suns
It calls me on and on across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Jai guru deva
Jai guru deva

viernes, 9 de diciembre de 2011

YO nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur. Vaya donde vaya, ellas me persiguen. Bajo la cruz del sur, cruz del fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte.
No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta andar. Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me incendié. Todavía no me sumergí en todos los mares de este mundo, que dicen que son siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son cuatro.
En Montevideo, hay un niño que explica:
- Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre.


anoche soñé que volvíamos juntas a la plaza, que jugábamos y nos reíamos, como siempre: disfrutando de a dos. cómo quisiera tenerte acá al ladito Valen, cómo...

martes, 6 de diciembre de 2011

caparazón

si hoy fuese una tortuga, estaría toda metida para adentro

sábado, 3 de diciembre de 2011

se nota que estás abriendo más la cabeza y menos las piernas. se te nota, mejor. mejor