Mi esquina predilecta ya no lo es: Humaitá y Agustín Álvarez.
Siempre doblaba por la derecha, siempre por ahí. Hay pasto, mucho pasto. Y hasta hace un tiempo, del pasto florecían, se lucían y ofrecían, un centenar de leoncitos. Eran muchos y pequeños, los dientes de león, cuántos. Pasar a su lado y contemplarlos, tomarlos sólo cuando la situación lo ameritaba; o el deseo, o los tres.
Es que ahora hay pasto, poco pasto. Corto pasto.
Un asesino los aniquiló.
Llegué una mañana y ya no había nada. No había más. No estaban. Qué pena. Y nació una nueva duda: ¿qué hago con mis deseos? sin poder soplar, suspiré.
Ahora doblo por la izquierda. Camino derechito por Bolivia.
Siempre doblaba por la derecha, siempre por ahí. Hay pasto, mucho pasto. Y hasta hace un tiempo, del pasto florecían, se lucían y ofrecían, un centenar de leoncitos. Eran muchos y pequeños, los dientes de león, cuántos. Pasar a su lado y contemplarlos, tomarlos sólo cuando la situación lo ameritaba; o el deseo, o los tres.
Es que ahora hay pasto, poco pasto. Corto pasto.
Un asesino los aniquiló.
Llegué una mañana y ya no había nada. No había más. No estaban. Qué pena. Y nació una nueva duda: ¿qué hago con mis deseos? sin poder soplar, suspiré.
Ahora doblo por la izquierda. Camino derechito por Bolivia.
aunque hayas resignados tus deseos, que siempre feo suena eso. porque como dice Lacan, nunca voy a poder olvidar ea frase,"solo es culpable quien cedio a su deseo", creo que bien hicicte en cambiar el destino!! la izquierda es la posta!! jaja :)...siempre es bueno cambiarlo si es lo que a uno lo hace sentir cómodo y bien...aunque suene raro y extraño...al fin y en cuentas somos un animal de costumbre. te quiero!!
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