Esto que estás oyendo ya no soy yo, es el eco, del eco, del eco de un sentimiento
su luz fugaz alumbrando desde otro tiempo,
una hoja lejana que lleva y que trae el viento.
Yo, sin embargo, siento que estás aquí,
desafiando las leyes del tiempo y de la distancia.
Sutil, quizás, tan real como una fragancia:
un brevísimo lapso de estado de gracia.
Eco, eco
ocupando de a poco el espacio
de mi abrazo hueco...
Esto que canto ahora, continuará
derivando latente en el éter,
eternamente...
inerte, así, a la espera de aquel oyente
que despierte a su eco de siglos de bella durmiente...
esto que estás oyendo
ya no soy yo
los chicos son tan puros!
ResponderEliminar